El arte es esto para mí, para esta niña vieja que hoy soy. Es esta realidad imaginada que inevitablemente existe en un mundo creado por uno para sobrevivir explicándose inexplicables, es la emoción misma dibujada, declamada, escrita, meciéndose bajo nuestra piel y en última instancia, exhibida y compartida, en este espacio, hoy ante ustedes.
Bienvenido/a a este tambaleante vaivén de mi oscilografía.


jueves, 18 de febrero de 2010



Alguien fuma en le cajero y sueña que tiene la televisión prendida... que triste cuando se apaga la vida...
A. Calamaro

a UN HIJO CONATO

Te cuento que sí
Que si te quería
Fueras quien fueras
A lo mejor mi miedo no dejo que lo sintieras
Que te hubiese cuidado mucho, supongo
Así como con los cachorros
Que te hubiese repetido hasta el cansancio que te quería
Y seguramente avergonzado con mis demostraciones siempre tan torpes
Y estúpidas
Que te hubiese hecho sentir mi compañía
En esta inmensa soledad que es la vida
Que te hubiese enseñado que lo que vale es el calor de los abrazos
Y aburrido con historias de amor repetidas
Que nadie más que yo cree que valen la pena
Te hubiese ayudado con el miedo a las tormentas
A los grillos
Y si se hubiese presentado una oportunidad
Te habría dicho:
“No necesitás alas para ser angelito”
Y probablemente me hubieras creído…
Que dolorosa tanta ingenuidad mi hijito
Mas sabiendo que lo que escribo y lloro
será pronto sólo un recuerdo triste
Y que el mundo nos negó una pausa
Para conocernos…
Amarnos y olernos

Amén por tu vida.

¡Y salud carajo digo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario