El arte es esto para mí, para esta niña vieja que hoy soy. Es esta realidad imaginada que inevitablemente existe en un mundo creado por uno para sobrevivir explicándose inexplicables, es la emoción misma dibujada, declamada, escrita, meciéndose bajo nuestra piel y en última instancia, exhibida y compartida, en este espacio, hoy ante ustedes.
Bienvenido/a a este tambaleante vaivén de mi oscilografía.


miércoles, 11 de agosto de 2010


lA SIESTA

El oro de la siesta encandila la vista del pueblo que a esas horas anda y se mueve despacito, como en cámara lenta. La multitud de cuerpos inertes pegada a las ventanillas de los micros, despierta la curiosidad de los niños, de esos que se niegan rotundamente a dormir la siesta.
Gatos y perros reposan juntos y son solidarios con los rayos del sol, hasta que tenebrosos ronquidos los alejan de los pasillos de las casas. Las moscas cantan y bailan, haciendo obscenidades sobre el resto del almuerzo, mientras el tereré yace a los pies de las sillas todavía húmedo, pero triste y oscuro, esperando con ansia cambiar su verde.
Las ropas colgadas al sol recobran diferentes formas humanas, ondeando sus gracias desde el alambre, convirtiéndose en bonitos espantapájaros, esos que dicen, usan las señoras para adornar los fondos de sus patios.
Hasta que lejos, se oye el crujir de una puerta, el sollozo lastimero de otra y los pesados pasos que arrastran los pesados cuerpos van retornando a su ritmo habitual. Y ya son muchos los ojos que miran desde el micro, perros y gatos de vuelta no se quieren, se llenan de voces las casas y el limpio de los cubiertos del mediodía, ha dado por terminada la alocada fiesta voladora.
Cumpliendo con su preciada labor, la guampa del tereré refresca una nueva tarde con sus nuevos colores.
Las ropas debidamente planchadas ya bailan lento junto con las almidonadas, colgadas de perchas multicolores y multiformes. Mientras, los niños recuperan su reino y agradecen todas las riquezas conquistadas, las verdaderas y las imaginadas, esas que se han sabido ganar sólo estando despiertos.