El arte es esto para mí, para esta niña vieja que hoy soy. Es esta realidad imaginada que inevitablemente existe en un mundo creado por uno para sobrevivir explicándose inexplicables, es la emoción misma dibujada, declamada, escrita, meciéndose bajo nuestra piel y en última instancia, exhibida y compartida, en este espacio, hoy ante ustedes.
Bienvenido/a a este tambaleante vaivén de mi oscilografía.


domingo, 10 de julio de 2011


nOTA DE DESPEDIDA DE UNA MUJER GOLPEADA

(a próposito de la violencia reinante)


¿Qué pasa que hoy todos me miran?

¿Tire algún pedo? ¿o estoy ojerosa?

No, hoy me rendí

porque no se pelear

De chica tire unos golpes que la vida supo castigar


Yo igual lo amo

Y recién lo cuestionan

Las culpas rondan y sé el qué dirán

creí estar recibiendo lo merecido

sólo por eso le permití matar


Ya no me sirven que hallen culpables

Si yo no me puedo hallar

Quise advertirles...

Es mi destino...

Los golpes son fáciles de aceptar


No puedo irme

Sin despedirme

Porque yo ya me fui

Yo ya me fui

Ya me fui


pRIMERA FERIA DEL LIBRO KARTONERO 2011

Porque es posible escribir desde las entrañas y porque no solo existen los intelectualoides, esos intelectuales androides, te invito a ver este video de esta hermosa experiencia de la que fui parte. Aguante los cartoneros y gracias al organizador, el Sr. Edgar Pou.


miércoles, 22 de junio de 2011

eL DIBUJITO

Mi cabeza siempre fue chica
pero tengo largos y grandes huesos
feroz cadera
y un 39 pora

¿Quién será el que define mi ángulo
y a este horizonte en línea recta
que ilumina amorosamente necesitando
y necesitandonos?

El dibujito animado de mi vida no es de la Warner,
no es un cuento aunque siempre haya algo que contar
como por ejemplo que ser felices y comer perdices es el inicio,
y estas líneas el final.

martes, 19 de abril de 2011



rEGALO DE CUMPLEAÑOS

Cuando ya me había resignado a no asistir al concierto de Joaquín Sabina por falta de presupuesto, ocurrió el milagro. Recibo la llamada de mi padre, unos días antes, diciéndome que me iba a regalar una entrada a preferencia pero que por el precio (320 mil guaracas) ya valía por mi cumple (para el que faltan tres meses) y quedo implícito que me olvidará de la Navidad y demás yerbas. No me lo esperaba realmente, más sabiendo que hace mucho en nuestras costumbres habían pasado de moda los regalos.

Ese domingo 17 de abril, ansiosa ya desde la mañana, empecé a llamarlo y llamarlo con ansiedad adolescente y me daban apagados sus dos teléfonos. En la tarde, cuando ya estaba al borde del llanto, me llama para avisarme que me esperaba a las 18 y 30 horas clavadas (ni un minuto más ni un minuto menos) para ir a agarrar un buen sitio en el Yacht. Él también iba, claro. Una vez ahí hube de abandonarlo (por suerte también estaban mis tíos y su actual pareja) para ir a ubicarme bien enfrente, al costadito del millonario VIP, solita y sola pero sonriente. Mis manos temblaban de emoción y ya me estaba por terminar la caja de puchos cuando con mucha puntualidad arrancó el concierto. “Esta noche contigo” y “Tiramisú de limón” fueron los primeros temas de muchos otros (ya me habían comentado que tocaría como unos 28 y alrededor de 2 hs), que me hicieron cantar, gritar, recordar y hasta largar algunas lagrimitas en homenaje a la ocasión. Era la primera vez que lo veía. Me lo había perdido hace 14 años y estaba ahí en frente… tal como me lo imaginé… todo un señor artista, todavía jovial y alegre a sus 62 años.

La puesta en escena memorable acompañada de un gran derroche de talento estuvo a cargo de su leal compañero y escudero Panchito Varona, Marita Barros, Jaime Asúa, Pedro Barceló, Antonio García de Diego y José Miguel Sagaste. Marita Barros fue una de las más ovacionadas tanto por su hermosa voz, como por su belleza y sus variados performances acompañados de coloridos y sugestivos vestuarios en alusión a los temas. Rematando además con una extraordinaria versión de “Yo quiero ser una chica Almodóvar”.

Creo que la larga espera, la odisea por conseguir entrada y haber empeñado unas 31 velitas valió la pena. Aunque “la cosa esté muy mala” en todas partes, como rezaba la remera de este Joaquín, me quedan aún muchos más cumpleaños. Y como Penélope, soy capaz de esperarlo otros 14 años si hiciera falta, porque está de sobra comprobado que lo de dejarte con las ganas no va con un españolito como éste. ¡Gracias Joaquín!


PD: y atrás mío suspiraba una cuarentona, que le gritaba a su acompañante cada tanto que no la joda porque era el día de su cumpleaños.

miércoles, 13 de abril de 2011



cON LOS PANTALONES BAJOS


Ella bailaba con dificultad al son de la musica en la semi oscuridad y entre miles de personas. El pantalón rojo desprendido luchaba por no caer mientras una gran y huesuda mano le humedecía la entrepierna alternando tiernas caricias con apretones freneticos. Estaban en medio de un concierto y él, la tocaba desesperadamente y ella lo disfrutaba sintiéndose comoda y a gusto.
Ella había decidido que era hora de dejarlo pero con el "mimito" y la estruendosa música (estaban casi al frente) se habia vuelto difícil el conversar.
-Vos no me queres... te gusta lo que represento- le decía.
Una mina con los pantalones bajos en medio de miles de personas, una mina sin verguenza, con el hilo conductor de su vida estirándole de la entrepierna. Una flor olorosa esperando ser domesticada o domesticarte, como la rosa del principito en el capitulo nueve. Ese del zorro que dice que lo esencial es invisible a los ojos guau.
Siempre pensó en la culpa, con los años iba pasando de una a otra viviendo como en interminables películas. Su madre le dijo alguna vez que eso era parte del ser mujer, de ese tener que callarse, estar atenta y no poder gritar a los cuatros vientos. Las groserías son muy poco femeninas, le dijo también esa vez a modo de consejo.
No digas pelotudeces- le susurraba al cuello sorprendiendola, la co estrella de esta nueva pelicula- mientras la sobaba cada vez con más vehemencia - yo te quiero y ya sabes que tu piel me vuelve loco.

viernes, 4 de marzo de 2011



cOSIENDO SOLA O CONTIGO


Con hilo y una aguja numerada voy juntando retazos
ni tan fina ni tan gruesa la aguja
ni tan caro ni tan lindo es el hilo
al que pretendo dar forma y teñir
dándole en algún momento un color.

Combinaciones de puntos básicos y fantasías
me ofrecen múltiples opciones
algunas ya establecidas
y otras un poco deformadas
y hasta creativas.

Las posibilidades son infinitas
también los motivos y las posibles uniones.
Pudiendo coser sola o contigo.

Es así:
idea
motivo
trabajo
y compañía.

Esto es lo que hace nacer tantas vueltas
y tantas oportunidades de simples puntos
para luego confeccionar una prenda
con amor.

jueves, 24 de febrero de 2011



uNA TAL EVA

Para Ña Eve, mi abuela.

Mi abuela en su inmensa sabiduría podía convencerte de la importancia del ser humano y de la familia por más disfuncional que esta sea, de que la vanidad era una virtud, de que la fidelidad en los hombres era utopía y de que ser una mujer sufrida era una especie de bendición que te hacia cada vez más fuerte, y mejor persona.
Contaba historias fantásticas sobre sus padres, hijos y hermanos. Parientes que no existían o habían muerto mucho antes de tu nacimiento y otros que se habían perdido o alejado y continuaban escondidos, en algún vericueto de su extensa novela.
Sin parirte ella supo ser madre engullendo manzanas, criando generaciones enteras, tal vez las mismas de la tal Eva y enfrentando todo tipo de adanes y serpientes. Yo, mientras tanto pienso continuar la tradición, aceptar mi pecado (no tan original en estos tiempos) y contarte un cuento como este, intentado a lo mejor ser un poquito como ella.
Como esa señora que tanto amó y finalmente murió, de cáncer, diciendo: "No quiero".


jueves, 3 de febrero de 2011


mALTRAGO


En la barra oscura de un bar se encuentra sentada una mujer. Esta erguida con un vaso vacío en la mano.

- ¿Hola? ¿Hay alguien que atienda aqui?

Aparece detrás de la barra un hombre con una botella de Whisky y le sirve una raya.

- ¿Recordas quien era? ¿O cómo fui?

El hombre no responde y desaparece mientras la mujer bebe. Corre un sitio en la barra y un nuevo hombre aparece con una botella de vodka esta vez.

- ¿Lo de siempre? - le pregunta burlón

- ¿Me conoces? -pregunta ella.

Mientras bebe, el segundo hombre trata de estrangularla y desaparece al igual que el primero. Ella pasa desesperada al siguiente sitio de la barra (como si se tratase de otro nivel, mayor o menor queda a criterio del público). Apenas se repone del susto y se reincorpora en el siguiente taburete. Aparece en escena otro hombre de cabellera larga con una botella de cerveza en la mano dispuesto a servirle.

- Esta fría - le dice

- ¿Quieres lastimarme? - pregunta ella con miedo.

- No podría - dice acariciandole el rostro.

- Entonces no me dejes - replica luego de beber.

La mujer estira su cuerpo sobre la barra para después llorar aferrándose al cuerpo del hombre desconocido y extraño. Luego de unos instantes lo suelta y lentamente llega al último lugar, al final de la barra. Totalmente desarmada la primera postura y apoyando todo el peso de su cuerpo sobre los derrrotados brazos.
Aparece otro hombre con una pastilla en la mano y un vaso de agua. Con gestos y gran sonrisa le da a entender que quiere dinero a cambio. Ella paga.

-¿Recordas quien era? ¿O cómo fui?

- No necesito saberlo.

- ¿Me quieres?

- Tanto como te necesito.

-¿Hay más?

-De tu lado ya no.

Entonces toma la pastillita y bebe mientras enciende un cigarrillo. Se retoca el maquillaje y sale. Probablemente en busca de otro bar y malos tragos y hombres de conversaciones absurdas e irrelevantes.



cOLECCIONES


En una de las muchas mudanzas que pueden darse a lo largo y ancho de unos treinta años de vida, encontré una antigua colección. Era un recuerdo importante de mi infancia. Numerosos papeles de colores cuidadosamente ubicados por tamaños, motivos y olores (los había hasta perfumados ¿se acuerdan?). Creo que esta debió de ser mi primera colección. A los papeles de carta, un clásico en mi época, siguieron los lapices de papel. A estos los bolígrafos y todo lo que sirva para escribir en general. Tengo hasta hoy lapices especiales para escribir sobre madera y vidrio. Bolígrafos que los use hasta terminar, otros que fueron guardados nuevitos.
Luego vinieron los boletos de colectivos, las entradas a teatros y conciertos, los pasajes de mis numerosos viajes (en un tiempo) y después esto de coleccionar se volvió como una especie de obsesión, una ridícula forma de vida. Esta manía de coleccionar finalmente me empezó a marcar y logró de cierta forma degenerar mi realidad. Una colección de amantes, de recuerdos escabrosos, de salidas improvisadas y lluviosas, se mezclan con agendas de diferentes tamaños, todas a medio llenar y de años anteriores.
Mi antigua colección de juguetes y peluches verdes encontro un lugar útil y fue heredada por mi pequeña hija.
Las numerosas casas en las que me ha tocado vivir fueron habitadas por mis muchos duendes de cerámica y mis otros muchos amigos, hermanos e hijos adoptivos. Un sinfín de recortes de revistas y flores secas, pensadas para otros tantos collages imaginarios aparecen y desaparecen de entre mis agendas y libros.
La colección de cortazar y discos ha ido menguando, parando creo en buenas manos, en las de los que conforman mi colección de abrazos agradecidos, y a tiempo. Sobre la mesita de luz hoy junto novelas a medio leer, en mi bolso solidarizan el maquillaje, que compro y nunca uso, con variedad de papelitos con poemas muy cursis, que siempre empiezo y casi nunca los termino. También estan la caja de puchos, algun encendedor robado, al que también por si acaso lo guardo, aunque este ya no funcione.
Cabe resaltar que como toda mujer, tengo inmensidad de carteras y zapatos innecesarios, ropa interior que casi nunca uso y vestidos, para festejar esta vida. A la que estoy pensando seriamente en volverla una pieza invalorable, y por supesto, también coleccionable, no sea cosa que sea vista como un simple cachivache. Porque asi como atesoro mi historia (acosada siempre por la mala memoria) a través de tontos objetos inanimados, prefiero seguir palpando recuerdos, esos que aun transmiten calor a través del contacto contacto con mi cuerpo.