El arte es esto para mí, para esta niña vieja que hoy soy. Es esta realidad imaginada que inevitablemente existe en un mundo creado por uno para sobrevivir explicándose inexplicables, es la emoción misma dibujada, declamada, escrita, meciéndose bajo nuestra piel y en última instancia, exhibida y compartida, en este espacio, hoy ante ustedes.
Bienvenido/a a este tambaleante vaivén de mi oscilografía.


miércoles, 28 de julio de 2010



cHÁKE


La curiosidad, ¡esa maldita asesina de gatos! La sociedad protectora de animales debería hacer algo, porque: ¿qué culpa tienen los pobres gatos? A lo mejor contratar alguien para impedir estos horrorosos crímenes y atraparla, o tal vez meterle algún papo para convencerla de lo estúpido de algunas frases, de buscarse otro tipo de víctimas o de que es mejor meterse con los de su tamaño.
Ahora bien, el comportamiento felino dista mucho del de una simple mascota. Se sabe de alguno que gusta de usar botas y hasta otros famosos, como el de la cola al revés, por poner un ejemplo. Vale resaltar también que la mayoría de estos animalitos presentan una actitud arrogante y sospechosa. Diríase incluso que los gatos presentan cierto aire detectivesco (a lo Gadget) y magnánimo.
Recomiendo encarecidamente a Doña curiosidad buscar otras víctimas, otro tipo de animales que estén más evolucionaditos, y de paso cambiar ese horrible dicho, ese que dicen es de origen inglés y que originalmente era "Care kills a cat" (la cautela mató al gato).
¡Y cháke con la curiosidad muchachos!
¡Esa maldita es asesina gatos!

sábado, 24 de julio de 2010



eL (CL)AMOR


El clamor es terrible. Estar enclamorado te provoca muchas veces risa y otras llanto, incluso ganas de reír llorando. Se encuentra desvalorizado últimamente como algunas monedas y a veces duele... en el pecho... la cabeza... y hay casos extremos en los que afecta partes íntimas del cuerpo.
Esta ridículamente representado por una especie de chirimbolo rojo, debiendo ser a lo mejor un espiral colorido, o mejor aún, alguna pieza de rompecabezas. Esas que aparentemente encajan aquí y allá, pero que sabemos sólo encajan en un sitio, que es muchas veces difícil de encontrar o identificar a simple vista, sin probar otros anteriores.
Yo te clamo - le dije.
Sí, yo también - me respondió.
Y vivimos así, enclamorándonos y desenclamorándonos desde hace algún tiempo. Gritándolo constantemente a viva voz, y a veces demostrandolo con mucho esfuerzo.
No sé. Mejor no hablar del clamor, es preferible sentirlo jodidamente adentro y ver en que forma sale del otro.

viernes, 23 de julio de 2010



eL DUENTE DE TUS JAZMINES


3RA PARTE


Personajes: La mujer mecedora, el Señor Hombre, Cucha Duende

MECEDORA: ¿Hombre, qué es lo que tienes?
SEÑOR H: Por fin apareces, pensé que este sueño ya no tendría… ¿Dónde es que te has metido?
MECEDORA: Para que deseas saberlo
SEÑOR H: Es que después de que te encontré me sentí mal y desperté con una “chuca duende”
MECEDORA: ¿Cucha duende no será?
SEÑOR H: Sí, eso. La cosita esa quería que le quite la picazón.
MECEDORA: ¿Y tú que?
SEÑOR H: Bueno, trate… pero ella es una tonta burlona, no supo entender lo que le pedí
MECEDORA: ¿Que le has pedido?
SEÑOR H: Que tratara de ser una mujer así yo me animaría sacarle esa su picazón.
MECEDORA: Pero ella no es una mujer, es una Cucha duende.
SEÑOR H: Se lo dije, le dije que somos diferentes, de mundos opuestos pero es de burra
MECEDORA: Sí, lo es
SEÑOR H: Sí, aparte es rara… su forma… sus orejas… su cuello… su estatura… ¡Bah! ¿quién se fijaría en un Pucha ende?
MECEDORA: Cucha duende
SEÑOR H: Eso… aparte tiene ese olor como de hojas de jardín, y es así… toda alborotada. saltando de un lugar a otro. Pues ¿cómo te fijarías en ella si no se queda quieta? Más encima contando a viva voz que le pica allá abajo… ¡es desubicada!
MECEDORA: Sí, lo es (se miran los dos y se hace un silencio aburrido)
SEÑOR H: Que silencio hay, ¿verdad?
MECEDORA: Tienes razón
SEÑOR H: Bueno, la trucha duende esa por lo menos mete ruido, ¿verdad?
MECEDORA: Mucho ruido.
SEÑOR H: Mecedora
MECEDORA: ¿Qué?
SEÑOR H: Me pica
MECEDORA: ¿Allá abajo?
SEÑOR H: ¡No, arriba, en la cabeza!
MECEDORA: ¡Ah! eso es raro…
SEÑOR H: Me pica mucho ¿sabes?
MECEDORA: Usa tus manos
SEÑOR H: ¿Las dos?
MECEDORA: Ni modo que una sola
SEÑOR H: Bueno (y se toca allá abajo)
MECEDORA: ¡Epa! ¿qué vas ha hacer?
SEÑOR H: Usar las manos como me has dicho
MECEDORA: No bobo, las manos son para que me aplaudas
SEÑOR H: ¿Por qué?
MECEDORA: Porque a mi también me pica y no me rasco
SEÑOR H: Bien, si no hay de otras (aplaude triste). Mecedora… a pesar de que te aplaudo no deja de picarme. Será mejor que camine un poco para que se me pase.
MECEDORA: Pues si te hace sentir mejor hazlo… (sale el hombre y ella busca enojada por todos lados) ¡Cucha duende! ¿dónde te has metido? ¡Ven acá!
C-DUENDE: No, sólo saldré si el hombre se ha ido
MECEDORA: Ya se fue, ven
C-DUENDE: ¿Qué quieres Mecedora?
MECEDORA: Dime, ¿qué le has hecho al hombre ese?
C-DUENDE: Nada, el es mal ser y falto de gracia. (Llora) ¡No quiero volver a verlo!
MECEDORA: ¿Por qué? ¿Acaso no querías que te quite la picazón?
C-DUENDE: Sí, pero en vez de que se me quite… ¡Ahora me duele!
MECEDORA: (asustada) ¿Allá abajo?
C-DUENDE: No, arriba
MECEDORA: ¿En la cabeza?
C-DUENDE: No, en el alma
MECEDORA: ¡Ah, ya sabia yo que seria todo un lío! Cucha duende, a eso me refería con que no estabas preparada.
C-DUENDE: Ya lo se, pero ¿cómo yo que no conozco a hombre alguno lo sabría? Creo que el hombre es un ser que te estresa… ¿no lo crees mecedora?
MECEDORA: Pobre mi dulce y tonta Cucha duende… lo que nos faltaba… te duele el alma. Dime ¿desde cuándo?
C-DUENDE: Desde que el hombre me miro con esos ojos que no se.
MECEDORA: Esto ya se puso feo… mejor me voy a cazar bichos de verdad… nos vemos (Entra el hombre enojado y la ve )
SEÑOR H: Por fin te encuentro Puchas Duende
C-DUENDE: ¡Cucha duende! ya te lo dije
SEÑOR H: Lo que sea … ¿y a ti que te pasa?
C-DUENDE: No molestes, quiero estar sola
SEÑOR H: Pero, hace unas horas querías que te saque la picazón, ¿y ahora quieres estar sola?
C-DUENDE: Sí, ahora cállate y déjame sola
SEÑOR H: Pero así nunca podrás ser una mujer
C-DUENDE: Ya no quiero siquiera parecer una mujer
SEÑOR H: ¿Por qué?
C-DUENDE: Porque si los hombres son así… no quiero imaginar como serán las mujeres… (llora desconsoladamente)
SEÑOR H: ¿Qué estas diciendo? Me das más picazón en la cabeza y… ¿Por qué lloras? Tu no eres así
C-DUENDE: ¿Y cómo soy hombre dime?
SEÑOR H: Bueno, eres hincha… rompe… loca…
C-DUENDE: Ahora ya no puedo
SEÑOR H: ¿Por qué?
C-DUENDE: Porque me duele
SEÑOR H: (asustado) ¿Allá abajo?
C-DUENDE: No
SEÑOR H: ¿Arriba?
C-DUENDE: No
SEÑOR H: (enojado) ¿Dónde entonces?
C-DUENDE: En el alma.
SEÑOR H: Pero es lo más tonto que he escuchado en mi vida… sólo falta que me digas que estas con depresión…
C-DUENDE: ¡Eres insensible, patético, burlón, de mal carácter, falto de encantos! ¡Eres horrible! (se tira para pegarle)
SEÑOR H: ¡Epa! ¿qué pasa? Quietecita… (la detiene entre sus brazos y no resiste besarla)
C-DUENDE: ¡Deja! ¿qué estas haciendo?
SEÑOR H: No lo se, pero ahora me duele
C-DUENDE: ¿La cabeza?
SEÑOR H: No, allá abajo
C-DUENDE: Y a mi me pica
SEÑOR H: ¿El alma?
C-DUENDE: No, la cabeza. ¿Y que haremos ahora Señor Hombre?
SEÑOR H: No lo se, pero quizás si te beso y uso mis manos
CDUENDE: ¿Las dos?
SEÑOR H: Claro, ni modo que una sola
C-DUENDE: Probemos (se le acerca la besa, la acaricia y ruedan enredados por el suelo)
¿Y qué fue eso señor hombre?
SEÑOR H: No lo se , pero ahora me pica mas la cabeza, me duele mas allá abajo y en el medio siento que me quemo, ¿y tu que sientes?
C-DUENDE: Bueno… yo siento que me arde en el medio, que me pica allá abajo y que de tanta confusión ya me duele la cabeza.
SEÑOR H: Quizás con mas práctica se nos quite la picazón, el ardor y ese dolor de cabeza. ¿No crees Cucha duende? C-DUENDE: Puede ser que con imaginación y predisposición se nos pasen las picazones los ardores y los dolores Señor hombre...
(se tira sobre el y salen enredados y rodando por el piso nuevamente)

FIN

miércoles, 21 de julio de 2010



eL DUENDE DE TUS JAZMINES


2DA PARTE

Personajes: El señor Hombre, Cucha Duende.

SEÑOR H: ¡Qué sueño de mambazo! ¡Qué puta! Debo dejar de fumar esas cosas… ya me caen mal…
C-DUENDE: Hola señor hombre
SEÑOR H: ¿Qué carajo es esto? ¿Todavía estoy dormido? Ya me despabilo y tengo alucinaciones. Hace un rato me seducía una mina en bolas y ahora me sale este bicho horrendo… ¡chao! ¡qué mal estoy! ¿es más dónde carajo estoy?
C-DUENDE: Hola, estas en los dominios de la mecedora y yo soy una Cucha duende
SEÑOR H: Ah, claro… y yo soy el payaso corneta
C-DUENDE: No, yo tengo entendido que eres un hombre. Bueno, no de los más lindos pero hombre…
SEÑOR H: Mira, encima se atreve a ponerse grosera
C-DUENDE: No lo digo de grosera, lo digo por lo poco que se de los hombres
SEÑOR H: Claro, con ese aspecto será difícil que sepas algo ¿verdad?
C-DUENDE: ¿Qué dices? No escucho
SEÑOR H: No, nada de nada ya y ¿dime cosita que es este lugar?
C-DUENDE: Se puede decir que es un lugar lejano que no se sabe bien donde esta pero que existe cuando tienes ganas de que exista, jajajaja
SEÑOR H: Lo que me faltaba una cosita chistosa, no voy tomar mas esos tragos.
Ya, y dime… ¿qué hago acá?
C-DUENDE: Eres mi hombre, solo mío, para mi solita - solita
SEÑOR H: No, estas muy equivocada. Te aclarare algo: yo no soy de nadie. No tengo dueñas ni mucho menos chuchas duendes, digo cuchas puchas o …eso.
C-DUENDE: Lamento decirte que la mecedora te trajo como mi regalo, eres para mi sola, eres mi hombre.
SEÑOR H: ¡Ah ya! y dime cosita, ¿para qué vas a querer a todo un hombre vos que eres duende o cucha?
C-DUENDE: Para que me quites la picazón
SEÑOR H: ¿De los pies?
C-DUENDE: No exactamente
SEÑOR H: No te entiendo
C-DUENDE: Ni yo a ti
SEÑOR H: Entonces, ¿cómo te ayudo?
C-DUENDE: Con la imaginación creo
SEÑOR H: Bueno. ¡Dale, rápido!
C-DUENDE: Esta bien, tu ponte allá lejos y dime cosas raras
SEÑOR H:¿Cómo qué?
C-DUENDE: No lo se, lo que se te ocurra primero
SEÑOR H: Anda a la mierda…
C-DUENDE: No, creo que no. Otra cosa
SEÑOR H: Duende miserable, hediondo, feo…
C-DUENDE: No, eso no funciona. Mejor ven mas cerca… más cerca…más cerca… ya, ahora salta de un lado a otro y rueda por el piso.
SEÑOR H: ¿Estás segura?
C-DUENDE: Si, claro.
SEÑOR H: Bien, allá voy (corre salta rueda y nada). ¿Qué tal? ¿Se te pasa?
C-DUENDE: No, mejor ven más cerca… pero más cerca… y ahora sopla suave mis orejitas
SEÑOR H: No, eso no… Me da… tu entiendes…
C-DUENDE: Dale, no seas malito
SEÑOR H: Bueno. (Se acerca y le sopla suavemente el cuello y ella se desmaya)
C-DUENDE: Ahhhhhhhh… no lo puedo creer…
SEÑOR H: ¿Qué paso?¿ qué pasa?
C-DUENDE: Es que con eso me pica más
SEÑOR H: Espera un poco y dime chuchas duende
C-DUENDE: Cucha duende
SEÑOR H: Sí, lo que sea. ¿Qué es lo que te pica?
C-DUENDE: Me pica la soledad hombre, ¿no te das cuenta?
SEÑOR H: Y dime exactamente… ¿dónde te pica?
C-DUENDE: Bueno, pero me da pudor
SEÑOR H: No te preocupes
C-DUENDE: La picazón es : allá abajo (se señala la entrepierna)
SEÑOR H: Ahora voy entendiendo mejor pero creo que no podré ayudarte
C-DUENDE: ¿Porqué?
SEÑOR H: Porque somos diferentes y de mundos distintos
C-DUENDE: Mecedora dice que el hombre siempre esta dispuesto a…
SEÑOR H: SÍ claro, pero eso lo hacen otro tipos de hombres
C-DUENDE: Ya sabía que tendrías una falla
SEÑOR H: No se trata de falla alguna. Es que como somos diferentes no creo que esto pueda funcionar
C-DUENDE: Pero podemos probar o ¿cómo lo sabes?
SEÑOR H: Es que yo ya me doy cuenta. Tú eres un duende y no una mujer.
C-DUENDE: Pero yo puedo jugar a que lo soy… tu enséñame…
SEÑOR H: Bueno, quizás funcione.
C-DUENDE: Dale, yo espero a que me indiques que hacer
SEÑOR H: Lo primero es que te quede claro que debes ser muy dócil, tierna, paciente pero de vez en cuando debes aparentar ser indomable
C-DUENDE: Pero si soy tierna y dócil, ¿para qué aparentar que soy indomable?
SEÑOR H: Para mantenerme interesado en conquistarte siempre.
C-DUENDE: Bueno
SEÑOR H: Luego debes dejar que se te escapen ciertos gestos y miradas de interés, disimuladas por supuesto
C-DUENDE: Pero si las disimulo ya no serían originales
SEÑOR H: La cosa es insinuarte y negarte a la vez
C-DUENDE: ¿Y porqué?
SEÑOR H: De esa manera no parecerás fácil
C-DUENDE: Eso es tonto, es contradictorio y es falso
SEÑOR H: Pero para que seas una mujer “interesante” debes hacerlo. A parte… ¿quieres o no que te quite la picazón?
C-DUENDE: Sí quiero
SEÑOR H: Bien, ahora vamos a probar. Ponte lejos y has lo que te dije
C-DUENDE: ¿Muy lejos o más o menos?
SEÑOR H: Lejos, donde yo te vea
C-DUENDE: Acá esta bueno ( se miran, se seducen pero cucha duende rompe en risas)
SEÑOR H: ¿Qué haces? ¡Te estas riendo! ¿cómo se te ocurre reírte a carcajadas en pleno proceso. ¡Jamás lo hagas! Justo lo estabas consiguiendo, ¡qué tonta!
C-DUENDE: El tonto eres tú. Esto es realmente muy absurdo. Creo que es patético. Estaremos practicando horas y horas y pareceremos actores dentro de una obra de teatro, de esos que se esfuerzan por que todo les salga casi real.
SEÑOR H: ¡Cállate, no te burles de mi! Así no podré jamás creer que eres una mujer y mucho menos sacarte la picazón
C-DUENDE: Pero tu imaginación es desmesurada, me pides que sea una contradicción en dos patas sólo para que me saques la picazón. Eso es muy, pero muy bobo de tu parte.
SEÑOR H: ¡Otra vez te burlas! (se abalanza sobre ella, la toma entre sus brazos y la acerca contra el pecho enojado. La mira a los ojos como para retarla y ella se asusta)
C-DUENDE: ¿Qué te pasa señor hombre? Me lastimas, ¿porqué me miras así?
SEÑOR H: Es que por un segundo sentí… No, nada… ¿qué me puede pasar aparte de que eres muy tonta? Mejor aléjate de mi y vete al bosque. Jamás serás una mujer de verdad.
C-DUENDE: Pero, yo solo he sido franca… no quise ponerte enojado…
SEÑOR H: ¡Sal de aquí! ¡vete te he dicho!
C-DUENDE: ¿Porqué me gritas? Yo sólo quiero jugar contigo y usar la imaginación para quitarme la picazón. ¡Eres un hombre muy feo y de mal carácter! (sale corriendo y llorando)
SEÑOR H: Este ya no es un sueño, es una pesadilla. ¡Qué bicho de mierda ese! Mira que desear ser una mujer...

CONTINUARÁ...

martes, 20 de julio de 2010


el DUENDE DE TUS JAZMINES

Elaboración de personajes y arreglos: jAZMÍN RODRIGUEZ
Visualización y adaptación: pAOLA TIFFI

1RA PARTE

Personajes: La mujer mecedora, Cucha Duende.

C-DUENDE: Mecedora
MECEDORA: ¿qué?
C-DUENDE: ¡Estoy aburrida!
MECEDORA: ¿De que?
C-DUENDE: De que me pique allá abajo...
MECEDORA: ¿En los pies?
C-DUENDE: Noooo… ¡En la chuchuli!
MECEDORA: No le hagas caso...
C-DUENDE: Es que no puedo seguir ignorándolo… ¡Me pica!
MECEDORA: Bueno usa tus manos...
C-DUENDE: ¿Las dos?
MECEDORA: Sí, claro, ni modo que una sola
C-DUENDE: ¿Se puede con las dos?
MECEDORA: Sí, por supuesto
C-DUENDE: ¡Qué rico!
MECEDORA: ¡No! ¿qué vas ha hacer?
C-DUENDE: Tú has dicho que use las manos… las dos más encima.
MECEDORA: Bueno, ¡pero era para que aplaudieras!
C-DUENDE: ¿A quién?
MECEDORA: A mi
C-DUENDE: ¿Por qué?
MECEDORA: Porque… ¡a mi también me pica y no me rasco!
C-DUENDE: ¿Allá abajo?
MECEDORA: Claro, ¿dónde más?
C-DUENDE: No se, ¡en los pies!
MECEDORA: ¡No boba! Allá abajo
C-DUENDE: ¿Y porqué no te rascas?
MECEDORA: Porque existen otras formas de que se te pase esa picazón
C-DUENDE: ¿Tú lo crees?
MECEDORA: Sí, estoy segurísima, es por eso que debes aplaudirme
C-DUENDE: Pero si a ti también te pica y no te rascas, ¿para que te voy a aplaudir?
MECEDORA: Debes hacerlo porque es una excelente forma de admirarme, ¡dale, hazlo!
C-DUENDE: Bueno, pero no se si deba… (aplaude). ¡Mecedora!
MECEDORA: ¿Qué?
C-DUENDE: Es que a pesar de que te aplaudí con admiración me sigue picando
MECEDORA: Cucha duende, eres muy impaciente…
C-DUENDE: Puede que lo sea, pero es que esta picazón es mas intensa con los años
MECEDORA: Si, lo se perfectamente. Es normal, es parte del proceso.
C-DUENDE: ¿Tú lo crees mecedora?
MECEDORA: Sí, lo creo.
C-DUENDE: ¿Mecedora?
MECEDORA: ¿Qué quieres Cucha duende?
C-DUENDE: ¡Sería tan bueno si por lo menos hubieran otros Cuchos duendes! Quizás podría jugar con ellos y se me olvidaría lo de la picazón
MECEDORA: Te estas poniendo intolerable Cucha duende.
C-DUENDE: ¡Es que ya son muchos años de soledad en este bosque y me aburro solita sin tener con quien jugar, a eso se suma la picazón
MECEDORA: ¡Eres muy pero muy estúpida Cucha duende. ¡Cállate y aplaude!
C-DUENDE: ¿Yo quiero saber como es que te sacas la picazón?
MECEDORA: ¡Secreto querida!
C-DUENDE: ¡Dale mecedora! ¡Dale! ¡Dale! ¡No seas malita!
MECEDORA: Ayyyy, que pesada che.
C-DUENDE: Dale si que…
MECEDORA: Bueno, te lo cuento
C-DUENDE: ¡Soy toda oídos!
MECEDORA: Yo me quito la picazón cazando por el bosque
C-DUENDE: ¿Qué? ¿Cazando bichos se te pasa?
MECEDORA: No boba, no cazo bichos… ¡Cazo hombres!
C-DUENDE: ¿Qué son los hombres?
MECEDORA: Es complicado, porque aunque se le parecen a los bichos no se los puede definir muy bien.
C-DUENDE: ¿Porqué mecedora?
MECEDORA: Porque son de naturaleza extraña.
C-DUENDE: No entiendo.
MECEDORA: Tratare de describirlos.
C-DUENDE: Te escucho
MECEDORA: Los hombres son muy apetitosos… Son calentitos… Son de formas pronunciadas en ciertas partes… ¡Son suculentos y tienen una predisposición magnifica para quitarte la picazón! De perfil bajo algunos, de arrogancia extrema otros, de una ternura infinita otros, ásperos y torpes , rechonchones, pelados, gordos…
C-DUENDE: ¡Pero yo no he visto jamás a uno!
MECEDORA: Cierto, tienes razón.
C-DUENDE: ¿Mecedora?
MECEDORA: Dime Cucha duende
C-DUENDE: A mi me gustaría conocer a uno…¿Qué tal si cazas uno para mi?
MECEDORA: No, tú no estás preparada.
C-DUENDE: ¡Es para que se me pase la picazón!
MECEDORA: No, ellos son muy peligrosos para seres como tu
C-DUENDE: ¡Quiero uno!
MECEDORA: ¡No!
C-DUENDE: ¡Qué Sí!
MECEDORA: ¡Qué no!
C-DUENDE: ¡Que sí!
MECEDORA: ¡Me caaaaansas! Lo pensare
C-DUENDE: Piénsalo (silencio e impaciencia entre las dos)
C-DUENDE: Mecedora…
MECEDORA: ¿Qué?
C-DUENDE: ¿Todavía lo estas pensando?
MECEDORA: Todavía
C-DUENDE: Mmmm
MECEDORA: No lo creo conveniente Cucha duende.
C-DUENDE: ¡No es justo mecedora, tu siempre tienes lo que quieres y yo quiero mi propio hombre!
MECEDORA: Esta bien, espera acá y ya vuelvo.
C-DUENDE: ¡Apurale! (espera con ansias rascándose todo menos allá abajo)
MECEDORA: ¡Cucha duende ven a darme una mano con esto que pesa!
C-DUENDE: ¡Qué grande es! ¡Qué olor tiene! Parece gato…
MECEDORA: Gato no es
C-DUENDE: Pero es muy fuerte ese olor, parece un pedo de gorila
MECEDORA: Es solo el olor de un hombre
C-DUENDE: Es feooo…
MECEDORA: Ya lo se, es que este esta muy sudado. Es un poco falto de gracia, un tanto joven quizás pero hombre al fin
C-DUENDE: Está cosa no se mueve Mecedora… Si no se mueve, ni hace ruido, quiere decir que se te paso la mano y… ¡esta muerto!
MECEDORA: ¡Boba! este esta dormido, ya se despertara.
C-DUENDE: ¿Pero porque duerme?
MECEDORA: Duerme porque fue duro de agarrar
C-DUENDE: ¿Puso resistencia?
MECEDORA: Un poco
C-DUENDE: ¿Por qué?
MECEDORA: Creo que por su naturaleza dominante.
C-DUENDE: ¡Que raro! Mecedora, ¿cómo es que funciona esto? Es decir, ¿cómo va a jugar si esta dormido? ¿cómo lo hago andar para que me quite la picazón?
MECEDORA: Algunas cosas las tienes que investigar por ti misma
C-DUENDE: ¿Y cómo mecedora?
MECEDORA: Con mucha imaginación Cucha duende. Bien, creo que tomare un baño de vertientes. ¡Disfruta querida!
C-DUENDE: ¡Mecedora espera! Es que no se que hacer … bueno, dijo que use la imaginación pero si no se despierta esto no va a funcionar… ¡ARRIBA! ¡DESPIERTE SEÑOR HOMBRE! ¡DESPERTATE VAMOS A JUGAR! ¡DALE! ¡UPS! ¡CHUS FUCH! ¡ARRIBA! No abre los ojos… ¿será que este justo no anda? ¡Vamos Señor hombre, despierteeee!

CONTINUARÁ...

sábado, 10 de julio de 2010


tAU Y KERANÁ
(un sólo corazón)

Keraná despertaba de una larga siesta mientras Tau la espiaba desde su escondite. Mirando esa piel tersa y morena del bien y el mal olvidó el límite. Perseguidos por el exilio y las maldiciones pelearon contra dioses por siete días. Aprovechando el día tanto como las noches dejaron descendencia y mitología. Pedacitos de nuestra creencia guaraní nos enseñan odio y amor, del sobrenatural, ese que junto con las frutas, el bosque y el folclore, a siete horribles hijos supuestamente dieron hogar.
(El Teju Jagua, mezcla de lagarto y perro, el Mbói Tu'i, de víbora y loro, el Moñái, gran monstruo maléfico, el Jasy Jateré, el Ao ao, el Luisón y el Kurupí. Completan también esta fenomenal familia pero ya unidos por lejano parentesco la señora Mala Visión, la Póra, el Mbói tata y el Karaí Pyhare o Pombero)
Muchos mitos como este, nacen y mueren en un querer, o por un querer que es siempre monstruoso. En este caso se nos presentan dos personajes bastante peculiares, que bien podriamos ser vos y yo. Porque mal o bien y como muchos que conozco, Tau y Keraná se querían, fueron un sólo corazón, hasta se dieron besitos y se dijeron "amor".

martes, 6 de julio de 2010



lA ALBIRROJOTURA


¡Dale Paraguay carajo!
¡Paraguay!¡Paraguay!
No crucen las piernas, ¿eh?
Koreeeee...
Aninati... vamos a sufrir ya otra vez parece...
¡Dale!¡Dale!¡Bien ahi
Pero la p...
¿Para qué m... lo que juega este tipo?
¿Porqué pio no le mete a fulano?
¡Hey!¡Despertate pues chamigo!
¡Saquen de ahi la pelota!
La gran p...
¡Dale correeee!
¡Por Dios!¡Qué inutilidad!
¡Un mundial nio estas jugando papito!
¡Bien ahi!¡Dale que Paraguay!
Esta buena la nueva remera...
A mi me gusta el leoncito
¿Cuánto ha de salir?

¡Muy bien!¡Muy bien!
¡Por fin ponen huevos!
Daleeee... daleee...
¡Nderakooooore!
¡No puede ser!

(y entonces pasa el tiempo establecido para estos juegos)

¡Nos robaron ya otra vez el partido!
...............................................................

(y esta es la parte donde se llora,
pero de rabia y pichadura, claro)