El arte es esto para mí, para esta niña vieja que hoy soy. Es esta realidad imaginada que inevitablemente existe en un mundo creado por uno para sobrevivir explicándose inexplicables, es la emoción misma dibujada, declamada, escrita, meciéndose bajo nuestra piel y en última instancia, exhibida y compartida, en este espacio, hoy ante ustedes.
Bienvenido/a a este tambaleante vaivén de mi oscilografía.


viernes, 1 de octubre de 2010


cALZONCILLOS BLANCOS

El roce de tu cuerpo activa mi sentido dactilar
haciendo vibrar la carne bajo mi cintura.
Mis manos aprietan y recorren tus muslos,
buscando sorprenderte y encender tus ganas,
antiguas celestinas de esta historia.

Me enredo en tu cuerpo y me reconozco recorriéndote,
aspirando profundo el olor de tu sexo,
mientras se eriza mi piel
y te oigo pronunciar una y otra vez mi nombre.

Apagado el ardor mi cuerpo se mece dormido,
enredado en tu aliento.
La razón enarbola rendida unos calzoncillos blancos
y agradece a la noche
que una vez más
cálidamente nos envuelve.