El arte es esto para mí, para esta niña vieja que hoy soy. Es esta realidad imaginada que inevitablemente existe en un mundo creado por uno para sobrevivir explicándose inexplicables, es la emoción misma dibujada, declamada, escrita, meciéndose bajo nuestra piel y en última instancia, exhibida y compartida, en este espacio, hoy ante ustedes.
Bienvenido/a a este tambaleante vaivén de mi oscilografía.


jueves, 21 de octubre de 2010



dENTRO DE MI ESTOMAGO


En días como hoy extraño a esa amiga invisible
la tan lejana infancia
e incluso a la ansiedad adolescente
que podía hacer sudar las manos
y doblarse a mis rodillas
frente a cualquier "otro".

Extraño la sorpresa de la adultez en mi cuerpo
al reconocer las ganas
subiendo de los pies a las pantorrillas,
y de mis saltonas rodillas hasta mi sexo.

Mi memoria conserva el aliento robado de algunos besos
fechas
y mucho cariño impreso como huellas digitales
en esos lugares
conocidos como los más recónditos.

¡Que rápido maduran y crecen los cuerpos!
Pero pucha...
si no es en mi estómago,
¿dónde caben tantos "mientos"?

(sentimientos, arrepentimientos, sufrimientos,
pensamientos, estancamientos, etc.)

Tal vez quepan donde mi ego
esa bolsa de basura reforzada
que la mayoría de las veces pretende pasar por digerido
todo lo que el tiempo lastimosamente ha deshecho.



viernes, 1 de octubre de 2010


cALZONCILLOS BLANCOS

El roce de tu cuerpo activa mi sentido dactilar
haciendo vibrar la carne bajo mi cintura.
Mis manos aprietan y recorren tus muslos,
buscando sorprenderte y encender tus ganas,
antiguas celestinas de esta historia.

Me enredo en tu cuerpo y me reconozco recorriéndote,
aspirando profundo el olor de tu sexo,
mientras se eriza mi piel
y te oigo pronunciar una y otra vez mi nombre.

Apagado el ardor mi cuerpo se mece dormido,
enredado en tu aliento.
La razón enarbola rendida unos calzoncillos blancos
y agradece a la noche
que una vez más
cálidamente nos envuelve.