El arte es esto para mí, para esta niña vieja que hoy soy. Es esta realidad imaginada que inevitablemente existe en un mundo creado por uno para sobrevivir explicándose inexplicables, es la emoción misma dibujada, declamada, escrita, meciéndose bajo nuestra piel y en última instancia, exhibida y compartida, en este espacio, hoy ante ustedes.
Bienvenido/a a este tambaleante vaivén de mi oscilografía.


viernes, 24 de septiembre de 2010


cUANDO LA PRINCESITA DEJO DE SER PRINCESA

Cuando la princesita dejo de ser princesa

nadie en el reino le creyó

se evaporaron las doncellas y palacios

la reina bruja la fruta envenenó


Cuando la princesita dejo de ser princesa

el príncipe azul a un soldado enamoró

el rey perseguía a las plebeyas

y muy pronto el tirano apareció


Cuando la princesita dejo de ser princesa

logró engañar al caballero y al dragón

se puso minifalda, medias de seda

profundo escote y zapatos de tacón


Cuando la princesita dejo de ser princesa

se encontró sola y preñada en un rincón

el bufón del padre la había dejado

e hizo de tripas corazón


Cuando la princesita dejo de ser princesa

conoció a un hombre que el cielo prometió

terminó rasgada, amamantando ensueños

hasta que su pequeño en su rey se convirtió


Cuando la princesita dejo de ser princesa

vio salir de su vientre una nación

hoy sacando la silla a la vereda

observa a su reino hecho flor

domingo, 19 de septiembre de 2010



lA CERVEZA
(Antología birrera)

La cerveza es la frutita brillante y deliciosa
que se coloca como “toque final” a un postre.

Es la hermanita golosa a la que compramos caramelos
para que no se ponga triste o nos arme un berrinche.
Porque eso no.
No se hace.

La cerveza es la espuma blancuzca a modo de bigote
esa que preferimos lamer a borrarla con las manos.

Es la amiga traidora a la que odiamos.
y queremos
y evitamos.

Es esa botella o el contenido de ella,
con la que hoy brindo pensando en lo que es
en lo que me ha dado.

Es el diablo comprando tu alma
para empeñarla en el copetín de a lado.

Es el disfraz de corajuda que me pongo
cuando se que va a dolerme callarme o hablarlo.

Es ese liquidito que parece pipí
que sabemos sale de un órgano con feo nombre
y sobrecargado.

Es el vicio de Charly García rehabilitado y gordo,
tirando sus ganas desde el 9no piso de alguna ventana.

La cerveza es adrenalina.

Es fútbol.

Es un papá dormido que se olvido de vos,
del hijo triste sentado en la esquina esperando.

La cerveza es fiesta, compañía y reventón.

Es el orgasmo con el tipo equivocado.

Es la bebida alcohólica y carbónica,
esa que la resaca cree no debimos tomarnos.

Es el amante fijo que nos gano.
Ese que duerme con muchos y a la mañana se ha esfumado.

Es el novio que se fue, el que se quedo y hoy duerme a mi lado.

Me pregunto: ¿y yo que seré?
Por el momento no importa.
Cedo el protagonismo
y me tomo un trago.

martes, 14 de septiembre de 2010



a VECES HAY QUE ASUMIRLO


Siempre se pierde, debe ser la naturaleza. ¿Y el que se picha?. Es increíble como hasta la cara cambia y uno se mete en tantos problemas por culpa de esto, que al final empiezan y terminan en la cabeza de uno nomás.
Yo me catalogo como una “pichada crónica” ya que mi mente maquiavélica inconscientemente (o a veces consciente y todo) como reflejo a los “golpes bajos” planea siempre una venganza terrible. No importa la desventaja en la que se encuentre, que le tomé mucho trabajo o haya pasado tiempo… por un juguete que no quisiste prestar... por el beso que no diste... por el abrazo que me negaste o por cualquier “insignificancia” o detalle que seguro se te escapo.
Algunos podrían confundir estos síntomas con los de una mujer despechada, pero OJO. Una mujer despechada es capaz de mentir para lograr sus objetivos y si llegó donde llegó, fue muchas veces gracias a excelentes disfraces que algunos ingenuos tragan todavía.
Personalmente estoy en contra y en campaña contra todo tipo de mentira, no porque las considere malas (porque las hay buenas y blancas) sino porque a mi no me salen, no me van, no me pegan y no me queda otra que decir la verdad y estoy verdad-era-mente harta de justificarme por cosas que no debería o que no son.
Creo que por eso estoy donde siempre, tratando de mantenerme tranquila mientras observo el acelere de todo. Quien quiere sabe donde encontrarme y quien no, puede probar hacerse un moño. Todavía soy buena gente aunque a veces prefiera pintarme de mala. Nunca levanto la primera piedra pero tampoco dejo que me la tiren y había sido que duele esto de querer querer, y no ser querida.
Pucha! No en balde mis amigos dicen que mi vida es cursi y, que veo porno, esperando siempre que al final que alguien se case.