El arte es esto para mí, para esta niña vieja que hoy soy. Es esta realidad imaginada que inevitablemente existe en un mundo creado por uno para sobrevivir explicándose inexplicables, es la emoción misma dibujada, declamada, escrita, meciéndose bajo nuestra piel y en última instancia, exhibida y compartida, en este espacio, hoy ante ustedes.
Bienvenido/a a este tambaleante vaivén de mi oscilografía.


martes, 14 de septiembre de 2010



a VECES HAY QUE ASUMIRLO


Siempre se pierde, debe ser la naturaleza. ¿Y el que se picha?. Es increíble como hasta la cara cambia y uno se mete en tantos problemas por culpa de esto, que al final empiezan y terminan en la cabeza de uno nomás.
Yo me catalogo como una “pichada crónica” ya que mi mente maquiavélica inconscientemente (o a veces consciente y todo) como reflejo a los “golpes bajos” planea siempre una venganza terrible. No importa la desventaja en la que se encuentre, que le tomé mucho trabajo o haya pasado tiempo… por un juguete que no quisiste prestar... por el beso que no diste... por el abrazo que me negaste o por cualquier “insignificancia” o detalle que seguro se te escapo.
Algunos podrían confundir estos síntomas con los de una mujer despechada, pero OJO. Una mujer despechada es capaz de mentir para lograr sus objetivos y si llegó donde llegó, fue muchas veces gracias a excelentes disfraces que algunos ingenuos tragan todavía.
Personalmente estoy en contra y en campaña contra todo tipo de mentira, no porque las considere malas (porque las hay buenas y blancas) sino porque a mi no me salen, no me van, no me pegan y no me queda otra que decir la verdad y estoy verdad-era-mente harta de justificarme por cosas que no debería o que no son.
Creo que por eso estoy donde siempre, tratando de mantenerme tranquila mientras observo el acelere de todo. Quien quiere sabe donde encontrarme y quien no, puede probar hacerse un moño. Todavía soy buena gente aunque a veces prefiera pintarme de mala. Nunca levanto la primera piedra pero tampoco dejo que me la tiren y había sido que duele esto de querer querer, y no ser querida.
Pucha! No en balde mis amigos dicen que mi vida es cursi y, que veo porno, esperando siempre que al final que alguien se case.