El arte es esto para mí, para esta niña vieja que hoy soy. Es esta realidad imaginada que inevitablemente existe en un mundo creado por uno para sobrevivir explicándose inexplicables, es la emoción misma dibujada, declamada, escrita, meciéndose bajo nuestra piel y en última instancia, exhibida y compartida, en este espacio, hoy ante ustedes.
Bienvenido/a a este tambaleante vaivén de mi oscilografía.


miércoles, 13 de abril de 2011



cON LOS PANTALONES BAJOS


Ella bailaba con dificultad al son de la musica en la semi oscuridad y entre miles de personas. El pantalón rojo desprendido luchaba por no caer mientras una gran y huesuda mano le humedecía la entrepierna alternando tiernas caricias con apretones freneticos. Estaban en medio de un concierto y él, la tocaba desesperadamente y ella lo disfrutaba sintiéndose comoda y a gusto.
Ella había decidido que era hora de dejarlo pero con el "mimito" y la estruendosa música (estaban casi al frente) se habia vuelto difícil el conversar.
-Vos no me queres... te gusta lo que represento- le decía.
Una mina con los pantalones bajos en medio de miles de personas, una mina sin verguenza, con el hilo conductor de su vida estirándole de la entrepierna. Una flor olorosa esperando ser domesticada o domesticarte, como la rosa del principito en el capitulo nueve. Ese del zorro que dice que lo esencial es invisible a los ojos guau.
Siempre pensó en la culpa, con los años iba pasando de una a otra viviendo como en interminables películas. Su madre le dijo alguna vez que eso era parte del ser mujer, de ese tener que callarse, estar atenta y no poder gritar a los cuatros vientos. Las groserías son muy poco femeninas, le dijo también esa vez a modo de consejo.
No digas pelotudeces- le susurraba al cuello sorprendiendola, la co estrella de esta nueva pelicula- mientras la sobaba cada vez con más vehemencia - yo te quiero y ya sabes que tu piel me vuelve loco.